Vender o comprar una vivienda
es, casi con total seguridad, una de las cosas más importantes que realizamos a
lo largo de nuestra vida. El asesoramiento profesional a través de
una agencia de intermediación inmobiliaria es imprescindible.
Cuando
tenemos alguna dolencia, acudimos al médico, y si tenemos que enfrentarnos a un
problema legal, llamamos a un abogado. Si queremos comprar, vender o alquilar
una vivienda, lo lógico sería acudir a una agencia inmobiliaria.
Todavía hay quien duda de la eficacia de los servicios que prestan las agencias, así que recopilamos diez argumentos sólidos.
La
profesión de agente inmobiliario ha sido depurada tras la crisis. En términos generales, se han
mantenido los profesionales que “han sabido engancharse al cambio” y que
cuentan con la confianza general de propietarios y compradores desde hace
muchos años gracias a su “buen hacer”.
Trabajar de manera local es
una garantía, porque la respuesta que se recibe es mucho más detallada y
efectiva. “El hecho de trabajar con pocos inmuebles supone trabajarlos con
calidad”.
El particular que quiere vender ahora va un poco a ciegas y no sabe fijar un buen precio de salida, lo que es clave para una venta rápida y no alargar la operación durante meses. No es igual el precio por el que se oferta un inmueble, que el precio por el que al final se vende.
4. Poseen capacidad de
negociación
Conseguir el entendimiento
entre vendedor y comprador no es fácil. Llegar a un acuerdo lo antes posible es
vital porque cuanto más tiempo permanezca un inmueble en el mercado más difícil
será venderlo porque los compradores piensan que hay algún problema.
Además, es muy frecuente que los compradores se sientan incómodos al realizar
una oferta cuando negocian directamente con el propietario.
Y no solo tiempo, sino
también dinero y preocupaciones: Las agencias de intermediación inmobiliaria saben
lo que queremos y lo que el mercado ofrece. “Las agencias saben ordenar la
realidad del mercado para que los clientes la puedan ver”.
Para captar el interés del público, hay que poner en valor el producto. Las agencias de intermediación inmobiliaria cuentan con el “potencial para colocar en el mercado un producto en el menor tiempo posible, llegando al mayor número de clientes”. La conclusión es clara: “para encontrar compradores cualificados se necesita algo más que el rótulo ‘Se vende’.
7. Saben a quién le puede
interesar tu vivienda
Encontrar el comprador ideal
puede ser complicado. Es esencial contar con “una amplia base
de datos de potenciales clientes compradores porque a través de ellas se sabe
qué buscan, dónde buscan, qué características necesitan y qué precio están
dispuestos a pagar por el inmueble”. Se trata de un análisis pormenorizado de
la situación personal, económica y de los criterios de búsqueda.
Si quieres hacer compatible
tu vida con una agenda de visitas, tendrás que hacer malabarismos. Una
agencia de intermediación inmobiliaria sabe cuáles son los puntos fuerte que
tiene que destacar al enseñar la propiedad. Por otro lado, el vendedor cree que
todos los que solicitan una visita quieren comprar la casa, pero podrían ser
simples curiosos o, incluso, posibles ladrones, de ahí la necesidad de realizar
filtros al cliente comprador en función de su interés real, sus necesidades y
sus posibilidades de compra.
Conseguir un préstamo
hipotecario hoy en día no es una tarea fácil, pero las
agencias
de intermediación inmobiliaria mantienen estrechas relaciones con diferentes sucursales y “cuando van con el cliente a la
entidad, se tiene parte del trabajo hecho porque se ha realizado un filtro
previo de riesgo”.
En una agencia de
intermediación inmobiliaria cuentan con la cualificación adecuada para “brindar
una asistencia integral que abarca todo el proceso, desde que se que encarga la
gestión inicial hasta la notaría”. La redacción de un contrato no puede
dejarse en manos de cualquiera, “hace falta conocer la
legislación, los trámites administrativos, disponer de información financiera y
fiscal…”